- Realizarán conferencia “Identidad-es mexicanxs: 85 años de personajes LGBTQ+ en el cine mexicano”.
Monterrey, Nuevo León.- En un esfuerzo por abordar y desafiar los estereotipos tradicionales de género, el Museo de Historia Mexicana presenta la conferencia “Identidad-es mexicanxs: 85 años de personajes LGBTQ+ en el cine mexicano”, a cargo del destacado experto en estudios de género y cine Maximiliano Maza, el jueves 27 de junio a las 19:00 horas, en el auditorio del Museo.
“Los personajes LGBTQ+ han ganado cada vez más presencia en el cine mexicano. En una sociedad marcada por un discurso identitario nacionalista y asociado al machismo, estos personajes rompen con los modelos convencionales de masculinidad y feminidad, ofreciendo nuevas perspectivas sobre la diversidad y la inclusión en México”, comenta el Maza, doctor en Estudios Humanísticos por el Tecnológico de Monterrey.
En su conferencia, el especialista aborda más de ocho décadas del cine mexicano, destacando las películas y personajes icónicos para la cultura LGBTQ+ mexicana.
Maza establece que los personajes LGBTQ+ aparecen en el cine mexicano en tres momentos que coinciden con las etapas históricas de la cinematografía nacional: la época de oro; los años setenta, cuando el cine mexicano es producido principalmente por el Estado; y finalmente, el siglo XXI.
La sexualidad orientada hacia personas del mismo sexo hizo su aparición en el cine de la década de 1970, siempre asociada con conductas patológicas e, incluso, criminales. Habría que recordar que fue en 1973 cuando la Asociación Estadounidense de Psicología (APA, por sus siglas en inglés) retiró la homosexualidad de su manual de trastornos mentales y que la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud hizo lo propio en 1990.
No es sino hasta el siglo XXI cuando el cine mexicano registra una mayor diversidad de personajes LGBTQ+, entre los que destacan los jóvenes gays y las personas transgénero, señala Maximiliano Maza.
LA HISTORIA
En la época de oro, los personajes de la diversidad sexual y de género eran presentados a través de rasgos claramente definidos como opuestos a la norma. En el caso de los hombres, sus comportamientos eran amanerados, sus voces agudas y su vestimenta muy diferente a la tradicional. Con frecuencia eran representados como extranjeros, particularmente europeos y más específicamente franceses.
“En la cultura mexicana, el nacionalismo está fuertemente relacionado con el machismo y su estricta codificación de las expresiones de género, por lo que, si un hombre se sale de ella, automáticamente deja de ser considerado como hombre, en la medida en que no replica la forma de ser considerada masculina. Curiosamente, en aquellos años, la orientación sexual del hombre no formaba parte de la discusión”, señala el Dr. Maza.
“El caso de las mujeres era distinto. Personajes femeninos con expresiones de género asociadas con lo masculino, como el personaje interpretado por María Félix en Doña Bárbara (1943), dejaban clara su heterosexualidad al relacionarse románticamente con personajes masculinos a los que, con frecuencia, se les atribuía ser la causa principal de sus comportamientos poco femeninos”, explica.
Añade Maximiliano Maza que el travestismo ha sido un recurso sumamente utilizado en el cine, ya sea como recurso cómico o dramático, para hacer que los personajes se permitan comportamientos y expresen sentimientos que solo se permiten revelar al vestirse con ropa del sexo opuesto.
Lo anterior es visible en películas como “La tía de las muchachas” (1938), “Me ha besado un hombre” (1944), “La monja alférez” (1944), “Fíjate qué suave” (1948), “Doña Mariquita de mi corazón” (1953) o “Pablo y Carolina” (1957), películas que relatan las aventuras o tribulaciones de personajes que, por diferentes razones, recurren al travestismo para engañar a los demás y, de paso, experimentar un poco con el cambio de su identidad.
“En 1978, La Manuela, personaje interpretado por Roberto Cobo en la película El lugar sin límites, protagonizó junto con Pancho, interpretado por Gonzalo Vega, el primer beso entre dos hombres en el cine mexicano. El impacto social y cultural de esta escena fue tan grande que eclipsó al que, en sentido estricto, fue el primer beso homosexual del cine mexicano: el que compartieron las actrices Alma Delia Fuentes y Jacqueline Andere en Las bestias jóvenes (1970). La Manuela es, también, el primer personaje LGBTQ+ del cine mexicano que muere víctima de un crimen de odio”, comenta el investigador.
EL CONFERENCISTA
Maximiliano Maza Pérez, es Doctor en Estudios Humanísticos por el Tecnológico de Monterrey, en la línea de Comunicación y Estudios Culturales. Sus trabajos de investigación se vinculan con el cine mexicano y la conexión entre espacio, memoria, género, identidad y cultura audiovisual. Desde 2017, forma parte de la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) y, desde 2016, es miembro del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores (SNII), nivel 1, del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (CONAHCyT).
Es autor de los libros Miradas que se cruzan: el espacio geográfico de la frontera entre México y los Estados Unidos en el cine fronterizo contemporáneo y 100 años de cine mexicano. Asimismo, es coautor de Nuevo León en el cine y de Guión para medios audiovisuales: cine, radio y televisión. En 1996, creó el sitio web Más de cien años cine mexicano, primera publicación digital sobre cine mexicano en internet.
La conferencia Identidad-es mexicanxs: 85 años de personajes LGBTQ+ en el cine mexicano, se llevará a cabo el jueves 27 de junio, a las 19:00 horas, en el Museo de Historia Mexicana. La entrada es libre.
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